Los Hermanos en la Congregación de la Misión

Desde su fundación como Congregación por San Vicente de Paul, en 1625, la vocacion de los hermanos ha sido esencial para la vida de la Congregación de la Misión. San Vicente dependió de los hermanos para operar de una manera eficaz la casa de San Lazaro, la primera casa de la comunidad. Esta mantenía varias obras de caridad para los pobres y los hermanos Vicentinos servían aquí de muchas maneras según su capacidad.

Según San Vicente, los hermanos son hombres dedicados y auténticos misioneros. Como hermanos, ellos participan en la misión de Cristo, en ministerios de la iglesia, y adelantan el carisma Vicentino: “Él me ha ungido para llevar buenas noticias a los pobres” (Lc 4:18). Aunque no sean clérigos con responsabilidades sacramentales, los hermanos son miembros completos de la Congregación, participan en ministerios directamente al servicio de los pobres, como también contribuyen al crecimiento de la misión de la Congregación.

Ministerios

Los hermanos Vicentinos sirven como ministros pastorales, trabajadores sociales, maestros, artistas, diseñadores de web, maestros de retiro, administradores y especialistas en agricultura, por mencionar algunos ministerios que éstos hombres, dedicados y talentosos realizan, siguiendo a Jesús como San Vicente. En la palabras de San Vicente: “Sobre la participación de los hermanos en los trabajos del evangelio, ellos participan en todo los bueno que se hace en las misiones, en los seminarios y en los trabajos de la Congregación” (SV, XII, 98).

Formación de los hermanos Vicentinos

Las metas en la formación de un hermano después de terminar su seminario interno es en tres partes:

      • para ayudarle en tomar sus votos y compromiso en la vida Vicentina.
      • para asistirle a discernir un ministerio especifico al cual él ha sido llamado.
      • para proveerle alguna iniciación de capacitación profesional para el servicio de tal ministerio.

 

La formación para un candidato a ser hermano Vicentino tiene varios elementos: humano, espiritual, apostólicos, profesional y comunal.  La formación humana ayuda al candidato a reconocer y aceptar sus dones y limitaciones y aprender a vivir activo como miembro de una comunidad.  La formación espiritual le ayuda a la persona hacia una interioridad de vida espiritual enraizada en los votos, virtudes vicentinas y carisma.  La formación apostólica da una variedad de experiencias ministeriales para ayudar a la persona a discernir una aptitud para las misiones vicentinas.  La formación profesional provee al hombre con entrenamiento competente para un ministerio especifico.  La formación comunitaria ayuda al hermano a vivir y convivir bien con vicentinos de muchas edades, culturas y ministerios.

Resultados y Características de un Hermano Vicentino

Aunque la formación de un vicentino es un proceso de toda la vida, estas declaraciones son lo que esperamos al final de la formación inicial de un hermano vicentino:

      • Un hombre de oración centrado en Jesucristo para vivir fielmente el carisma vicentino.
      • Un hombre que vive simple en comunidad y ayuda a sus hermanos generosamente.
      • Un hombre que trabaja para avanzar la misión de la Iglesia y la Congregación.
      • Un hombre que puede identificar sus habilidades y encuentra caminos concretos para servir a los pobres de la mejor manera.
      • Un hombre empapado del espíritu misionero, con la disponibilidad de ir a cualquier lugar donde lo necesitan.
      • Un hombre que participa en la vida y las decisiones de la comunidad.

El Perfil de los hermanos Vicentinos activos en el ministerio

Observa el perfil de los futuros hermanos, son hombres que sus vidas están llenas de las riquezas que vienen cuando uno abraza la vida de fe, espiritual, servicio y vida comunitaria para seguir a Jesucristo como San Vicente de Paul.